ORGULLOSO DE SER TU PADRE
Por Shirley Chambi
Cada vez que asisto a una graduación me parece interesante observar la
alegría y orgullo que demuestran los padres al acompañar a sus hijos ya
profesionales a recibir su título. Incluso cuando se trata de una graduación de
escuela, un padre se siente satisfecho de ver a sus hijos crecer y realizarse, en especial cuando públicamente
todos pueden ser parte de ésta felicidad.
“Entonces el Señor preguntó a
Satanás: ¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra;
es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se
mantiene apartado del mal.” Job 1:8
Al igual que aquellos padres, Dios estaba orgulloso de su hijo Job, incluso se podría decir que se jactaba de él
en éste pasaje, por su conducta intachable, su integridad, su temor a Dios y su
esfuerzo por apartarse del mal. La
Biblia escribe la fidelidad de Job no solo en las buenas
circunstancias, ni no también en las negativas:
Satanás le respondió al Señor:
—Sí, pero Job tiene una buena razón
para temer a Dios: siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de
su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo
rico que es! Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por
seguro que te maldecirá en tu propia cara!
—Muy bien, puedes probarlo —dijo el
Señor a Satanás—. Haz lo que quieras con todo lo que posee, pero no le hagas
ningún daño físico. Entonces Satanás salió de la
presencia de Señor.
Un día cuando los hijos y las hijas
de Job celebraban en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a casa de Job
con las siguientes noticias: «Sus bueyes estaban arando y los burros comiendo a
su lado, cuando los sabeanos nos asaltaron. Robaron todos los animales y
mataron a los trabajadores, y yo soy el único que escapó para contárselo».
Mientras este mensajero todavía
hablaba, llegó otro con esta noticia: «Cayó del cielo el fuego de Dios y
calcinó a las ovejas y a todos los pastores; yo soy el único que escapó para
contárselo».
Mientras este mensajero todavía
hablaba, llegó un tercero con esta noticia: «Tres bandas de saqueadores caldeos
robaron sus camellos y mataron a los sirvientes; yo soy el único que escapó
para contárselo».
No había terminado de hablar el
tercer mensajero cuando llegó otro con esta noticia: «Sus hijos e hijas estaban
festejando en casa del hermano mayor y, de pronto, un fuerte viento del
desierto llegó y azotó la casa por los cuatro costados.
La casa se vino abajo y todos ellos murieron; yo soy el único que escapó para
contárselo».
Job se levantó y rasgó su vestido en
señal de dolor; después se rasuró la cabeza y se postró en el suelo para adorar
y dijo:
«Desnudo salí del vientre de mi
madre y desnudo estaré cuando me vaya. El Señor me dio lo que teníay el Señor
me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Señor!». A pesar de todo, Job no
pecó porque no culpó a Dios. Job 1:9-22 (NTV)
Job realmente demostró ser un hijo, un siervo de quién un padre se podía
sentir orgulloso. Fue probado duramente, puesto que recibió noticias muy
dolorosas y todas al mismo tiempo, pero a pesar de ello no dejó de llevar en
alto el título que tenía aunque las circunstancias no se encontraban a su
favor. Por lo que al final Dios le bendijo el doble de lo que tenía
anteriormente.
Así que el Señor bendijo a Job en la segunda mitad de su vida aún más
que al principio. (Job 42:12)
Para terminar me gustaría preguntarte: ¿Eres el orgullo de tus padres?
¿Tu familia se siente orgullosa de ti? ¿Dios puede jactarse de tener un hijo
como tú? Si la respuesta es negativa te animo a poner ésta meta como una de las
principales en tu vida. En la prueba se demuestra quién eres realmente y si
estás enfrentando una situación difícil no permitas que lo difícil cambie las
cualidades positivas que muchos tienen de ti.
¡Hoy has que Dios y las personas que te rodean se sientan orgullosos de
conocerte!
(Este artículo fue
producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ)


