“Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo,
inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los
cielos.” Hebreos 7:26
Jesús fue
ejecutado como un criminal en una cruz. Pero no era culpable de delito alguno:
ninguna maldad, ninguna transgresión, ningún pecado. Ni siquiera tuvo alguna
vez un mal pensamiento ni dijo una mala palabra. La suya fue la ejecución más injusta perpetrada en un ser humano.
Pero nos
muestra que, aunque una persona esté perfectamente en la voluntad de Dios, muy
amada y con dones, justa y obediente, puede aun sufrir injustamente. Al igual
que Jesús, a usted se le pudiera interpretar mal, odiar, perseguir e incluso
asesinar. Pero usted debe seguir su modelo.
JOHN MACARTHUR - (Devocional "LA VERDAD PARA HOY”)