“Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al
mundo.” 2 Corintios 5:19
Dios amó a
un mundo perdido y procuró ganar a los pecadores para sí para su propia gloria.
Cristo vino al mundo por amor y procuró ganar a los pecadores para la gloria
del Padre. Como creyentes, también nosotros debemos ir al mundo con amor y
procurar ganar a los perdidos para la gloria de Dios. Así que nuestra misión es igual que la de Dios.
Somos una
extensión del ministerio de Dios el Padre y del Hijo al recibir gloria por la
salvación de los perdidos pecadores. Jesús dijo: “Como tú me enviaste al mundo,
así yo los he enviado al mundo” (Jn. 17:18). “Así como” expresa intención. Así
como el Padre envió al Hijo al mundo irredento, así el Hijo ha enviado a los
creyentes. ¡Lo maravilloso es que tenemos el privilegio de participar en la
misión de Jesucristo para un mundo perdido!
JOHN MACARTHUR - (Devocional "LA VERDAD PARA HOY”)