MUNDOS OPUESTOS – WILLIAM MACDONALD
Cuando
hablamos del mundo en este sentido, no nos referimos al planeta tierra, el cual
Dios nos ha dado como morada temporal. Ni tampoco nos referimos al mundo de la naturaleza,
el cual Dios nos ha dado para que lo disfrutemos. Y, ciertamente, no nos referimos
a la humanidad, a la cual Dios quiere que amemos igual que Él (Jn. 3:16).
Entonces, ¿a qué nos referimos?
El mundo es
la civilización que el hombre ha construido para satisfacer sus deseos sin contar
con Dios. No sólo es independiente de Dios, sino totalmente opuesto a Él. El
sistema del mundo está fundado sobre principios erróneos y promueve valores
falsos. Es egocéntrico. La riqueza, el
sexo y el poder son elementos claves en su cultura. “Toda civilización sin
Dios, desde el principio, ha sido sellado con maldición; y todo lo que el
hombre, sin Dios, llama avance, invento y progreso, tan sólo se asemeja a la
construcción de la torre de Babel, esencialmente idólatra, y centro de
vanagloria”.
Satanás es
quien otorga inspiración y energía a la sociedad. Como los santos ángeles guardan
al pueblo de Dios, así las potestades diabólicas están siempre activas en los
asuntos del imperio de maldad. (EL
MUNDO: UN REINO DE TINIEBLAS)