“Porque convenía a aquel por cuya causa son
todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar
muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la
salvación de ellos.” Hebreos 2:10
Los
cristianos pueden identificarse con su Maestro porque, como Él, sufren para
entrar en su gloria.
Cristo les
dijo a los discípulos en el camino a Emaús: “¡Oh insensatos, y tardos de
corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el
Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?” (Lc. 24:25-26).
Nuestro Señor tuvo que explicar que la gloria futura exigía que Él sufriera. Nosotros debemos esperar lo mismo.
La senda
hacia la gloria para Cristo fue la senda del sufrimiento injusto. Esa es también
nuestra senda. Jesucristo soportó el sufrimiento con paciencia y fue exaltado a
la más excelsa gloria. Él es nuestro ejemplo de cómo reaccionar ante el
sufrimiento.
JOHN MACARTHUR - (Devocional "LA VERDAD PARA HOY”)