“Bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo.” Mateo 28:19
El bautismo
es la señal exterior de la fe de uno en Cristo. Es un acto de obediencia
mediante el cual una persona muestra la realidad de su salvación. La salvación
no se ve con los ojos, sino que es algo sobrenatural y espiritual. Sin embargo,
debe ser evidente el fruto o resultado de la salvación.
En la
iglesia primitiva, el fruto inicial de la obediencia era el bautismo, y se
puede esperar hoy día ese mismo fruto. Es el medio por el cual una persona da
testimonio de su unión en la muerte, sepultura y resurrección de Cristo (Ro.
6:3-4). Gálatas 3:27 dice: “Todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de
Cristo estáis revestidos”.
JOHN MACARTHUR - (Devocional "LA VERDAD PARA HOY”)