“A Jehová he puesto siempre delante de mí.” Salmo
16:8
Todo existe
con el propósito de glorificar a Dios. El Catecismo Menor de Westminster del
siglo XVII comienza declarando que el
principal propósito del hombre es glorificar a Dios y disfrutar de Él para
siempre.
El Salmo
19:1 dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios”. La inmensidad del espacio y
todo lo que hay en Él glorifica a Dios.
En Isaías
43:20, Dios dice: “Las fieras del campo me honrarán”.
Los ángeles
que aparecieron en el nacimiento de Cristo dijeron: “Gloria a Dios en las
alturas” (Lc. 2:14).
JOHN MACARTHUR - (Devocional "LA VERDAD PARA HOY)


