"...su padre nunca lo había reprendido..." 1 Reyes
1:6
El estilo permisivo:
Estos padres tienen pocas normas rígidas y explican a sus hijos las reglas, las
referencias y las decisiones. Escuchan las opiniones y las ideas de los hijos y
las tienen en cuenta a la hora de tomar decisiones. Usan la razón en lugar de
la fuerza. Estos padres dialogan y discuten las perspectivas en lugar de usar
las amenazas. Desafortunadamente, los hijos tienen muy pocas responsabilidades
en el hogar, negándoles con ello la oportunidad de contribuir y aprender a
funcionar en equipo. Los padres son quienes facilitan y proveen todo. En esos
hogares los hijos marcan sus propias normas en áreas como la hora de acostarse,
las salidas con amigos, el uso del automóvil, la ropa, Internet, la música y la
hora de volver a casa.
¿Cuáles son las
ventajas de esta forma de educación? Por lo general los adolescentes adoran a
los padres permisivos, se sienten cercanos a ellos y seguros cuando están con
ellos. Estos padres nunca menoscaban a sus hijos, ni sus ideas y opiniones;
tampoco los avergüenzan ni les hacen sentir unos fracasados. Por el contrario,
les animan a que piensen por sí solos, a que tengan iniciativa, lo que potencia
sus capacidades de comunicación y relaciones sociales. Son ejemplos de perdón, paciencia y flexibilidad.
Pero consideremos los
puntos negativos de este estilo: No hay dirección de parte de los padres; al no
responsabilizar a los hijos de ninguna de las tareas domésticas, no los
preparan para la vida en el mundo real. Carecen de la estructura y los límites
necesarios para las relaciones y para el mundo laboral y a estos jóvenes les
cuesta aceptar una negativa. La ausencia de un modelo paterno de líder que toma
decisiones les deja con poca motivación personal y siempre necesitan a alguien
que los empuje para que hagan algo. Este estilo ofrece, sin embargo, muchas
características positivas y da como resultado hijos felices, aunque tal vez con
deficiencias en el ámbito laboral y de las relaciones personales.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")