“Bendito el Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en
los lugares celestiales en Cristo.” Efesios 1:3
No hay manera de comprender las riquezas que Dios ha
provisto para quienes aman a su Hijo. Los
tesoros que ha preparado son infinitos. Jesús dijo: “El reino de los cielos
es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo
esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra
aquel campo” (Mt. 13:44). El apóstol Pablo cita al profeta Isaías cuando dice:
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las
que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Co. 2:9).
La buena noticia es que, si amamos al Hijo de Dios,
heredamos todas las riquezas del Padre. Si creemos en Cristo, tenemos un tesoro
inimaginable.
JOHN MACARTHUR
- (Devocional "LA
VERDAD PARA HOY)