LA FE Y LOS COMPLEJOS CAMINOS DE DIOS
Por Pastor Roberto Miranda
“Al presente ninguna disciplina parece
ser causa de gozo, sino de tristeza. Sin embargo, a los que han sido ejercitados
(adiestrados) por medio de ella, después les da fruto apacible de justicia.” Hebreos
12:11
“Porque Mis pensamientos no son los
pensamientos de ustedes, ni sus caminos son Mis caminos," declara el
SEÑOR.” Isaías 55:8
Muchas
veces, el mover de Dios en nuestras vidas se manifiesta en formas muy sutiles y
a largo plazo, de manera que resulta más difícil discernir y descubrir la
manera en que Dios está obrando en medio de esas dimensiones complejas de la
fe. En ocasiones, resultará difícil discernir si es Dios, Satanás, o una mera
coincidencia lo que está interviniendo en nuestras circunstancias.
En
otros momentos, la dinámica de la fe se dará en formas que normalmente no
asociamos con los sencillos y claros patrones que nos muestra la Escritura.
En
ocasiones, por ejemplo, parecerá que Dios no ha escuchado nuestras oraciones, o
que ha permanecido indiferente a nuestra necesidad. A pesar de esto, tendremos
que ejercer fe, creyendo que Dios es soberano y nos ama, y que siempre sabe lo
que hace.
A
veces oraremos por algo, y recibiremos una respuesta diferente a lo que
esperábamos. Aun así, esto involucrará un mover de fe de nuestra parte, al
hacerse necesario que creamos que es Dios de todas maneras quien está obrando
en ese resultado inesperado. En
otras ocasiones, tendremos que esperar mucho tiempo antes de ver la respuesta a
nuestras oraciones. En ese caso, la fe se manifestará a través de nuestra
paciencia y perseverancia en la oración.
En
ocasiones, Dios nos pasará por el crisol del dolor y el sufrimiento, y
pasaremos por circunstancias que parecerán contradecir su fidelidad y poder.
Pero esto también será parte de la dinámica de la fe, Dios obrando en nosotros
y formándonos, sólo que no en la forma fácil y obvia en que estamos
acostumbrados a ver el mover de Dios en nuestras vidas.
Los
esquemas y modelos erróneos y simplistas de fe que a veces mantenemos en
nuestra mente hacen que nos sintamos confusos cuando estamos pasando por
tiempos de prueba. Como consecuencia, en ocasiones no logramos entender los
complejos, matizados movimientos de Dios en nuestras vidas.
Dios
se mueve en maneras diversas y sutiles en el ámbito humano. No siempre resulta
claro el involucramiento o el propósito divino en las situaciones que experimentamos
cada día. Las promesas de la Palabra no siempre se manifiestan a nuestro favor
inmediatamente que surge el problema o la necesidad. Muchas veces, entre el
clamor del creyente y la respuesta de Dios surgen otros elementos que complican
y parecen hasta contradecir los principios y promesas de la Palabra.
Sin
embargo, ya sea sencillamente, o con un grado de mayor complejidad y sutileza,
siempre serán los principios que declara la Palabra los que deberán determinar
cómo naveguemos cualquier situación de dificultad en nuestra vida.
Una
vez que hayamos entendido estos principios de las Escrituras, no importa cuán
complejo o contradictorio parezca lo que estemos experimentando, deberemos
mantenernos firmemente atados a lo que hemos aprendido del estudio de la
Palabra. Esa firme adherencia a lo que declara la Palabra de Dios nos permitirá
salir airosos de cualquier situación que podamos confrontar.