"...Daniel se propuso..." (Daniel 1:8 NVI)
La Biblia dice:
"...Daniel se propuso no contaminarse con la comida... del rey".
Daniel había zanjado el tema antes de que surgiera el desafío. José también
tenía claros sus valores; por eso fue capaz de decir no a la mujer de Potifar.
Los tres jóvenes hebreos sabían lo que iban a hacer, con horno ardiente o sin
él: "Nuestro Dios... puede librarnos... y nos librará. Pero, aun si no lo
hiciera,... no adoraremos a [tus] dioses..." (Daniel 3:17-18 DHH). ¿Qué
crees respecto a Dios? Si piensas que te podría fallar, nunca te entregarás a
Él por completo. ¡El compromiso es algo que va en aumento! No puedes
comprometerte a nada grande si no lo has hecho con algo pequeño primero. Los
tres jóvenes hebreos primero dijeron no a la comida del rey, y después fueron
capaces de negarse a adorar a sus ídolos. Esa fe no se consigue de repente. La
mayoría de nosotros puede mirar al pasado y señalar un momento en el que cambió
nuestra vida de forma considerable. Estuvimos dispuestos y elegimos una opción
que nos afectaría desde ese momento en adelante.
Sin embargo, antes de
que te plantees comprometerte de verdad con algo debes resolver tres problemas:
1) El problema de la seguridad. Los inseguros
tienen miedo de correr riesgos; tienen un "plan B" en caso de que
Dios no intervenga en su favor; dependen de sí mismos en lugar de depender de
Él.
2) El problema de los logros. Cuando has logrado
triunfar en algo quieres protegerlo. Quieres que la gente siga pensando bien de
ti, así que empiezas a vivir a la defensiva.
3) El problema de la satisfacción. La tibia iglesia de
Laodicea decía: "...Me he enriquecido y de nada tengo necesidad"
(Apocalipsis 2:17). Así que pregúntate: '¿Soy conformista o comprometido?'.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")