“Deseo veros, para comunicaros algún don
espiritual, a fin de que seáis confirmados.” Romanos 1:11
Hace
algunos años, una joven de nuestra iglesia, que era estudiante en una
universidad de la ciudad, me dijo: “Aprendí una gran lección de uno de sus
sermones acerca del amor. Siempre pensé que amaba a las niñitas de mi clase de
la escuela dominical de cuarto grado. Todas tienen vestiditos adornados y la
más linda sonrisa”.
Ella siguió
diciendo: “Un sábado estaba en un partido de fútbol de mi escuela, algo que
hago todos los sábados, y el Señor me
indicó que esa no era la manera adecuada de preparar mi lección de escuela
dominical. Como asistía a los juegos del sábado, tenía la costumbre de enseñar
una lección el domingo por la mañana que era muy superficial. Dios señaló que
en realidad yo no amaba a aquellas niñitas como yo pensaba, ya que no
sacrificaba nada de mi propia vida para darles algo de valor eterno”.
Ella
terminó nuestra conversación diciendo: “Así que de ahora en adelante no
asistiré a ningún otro partido de fútbol hasta que mi lección esté terminada y
sienta que puedo impartirles algo de valor eterno”.
JOHN MACARTHUR - (Devocional "LA VERDAD PARA HOY)


