viernes, 27 de diciembre de 2013

¿YO? ¿JONÁS? ¡NO! 27 diciembre

¿YO? ¿JONÁS? ¡NO!


Por Elba Ordeix de Reyes






Al leer la Biblia me encanta verme identificada con personajes como David, Moisés, Ana, Rut, personas que libraron batallas diarias, a veces terribles, pero que su fe los sostuvo y su caminar con Dios fue hermoso.

Lo más difícil de todo es poder identificarme con un profeta como Jonás, que se negó a hacer la voluntad de Dios abiertamente y que fue desobediente. Si no estás familiarizada con la historia de este profeta, te comento que él fue enviado por Dios a predicar a Nínive, la ciudad más malvada y pecadora, porque Dios quería darles oportunidad de que se arrepintieran. Pero Jonás se negó a hacerlo y en cambio huyó a Tarsis otra ciudad, ”lejos de la presencia de Dios.“ (Jonás 1:3)

Tengo que confesar que en mi vida he tenido mis crisis al estilo Jonás. Ha sido duro reconocerlo para mí misma y sobre todo ante Dios. A veces me he visto ante una situación muy difícil que Dios ha orquestado para mí; ante circunstancias que El decide no cambiar por largo tiempo a pesar de mi oración; ante eventos que no puedo controlar y me hacen sentir impotente sin querer simplemente descansar en Su Poder y Su Soberanía. En otras, me he desesperado y me he cansado de esperar y he actuado como Jonás.

Me he visto luchar, quejarme… tratar de manipular a Dios y al final de esta terrible experiencia, venir rendida a Sus Pies…quebrantada; entendiendo que Él sabe lo que es mejor para mí y el tiempo en que me conviene; quedando convencida de lo que nos dice Jeremías 29:11: “Porque Yo sé los planes que tengo para vosotros, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza”.



¿QUÉ HE APRENDIDO DE MIS CRISIS COMO JONÁS?


-Primero, que Dios tiene un perfecto cuidado de cada uno de Sus hijos; Él es nuestro Dios y nuestro Hacedor y nosotros el pueblo de Su Prado y las ovejas de Su Mano, como nos enseña el salmista en Salmo 95:6-7.


-Segundo, El conoce nuestras almas y busca cómo hacer que ellas tengan mayor intimidad con El. Por eso hay tiempos de desiertos y sequedades.

Si hay situaciones difíciles en tu vida, dolor o pruebas; no huyas como Jonás de la Presencia de Dios. Abraza aquello que Dios trae a tu vida y recuerda que Él es el Dios de la paciencia y del consuelo como nos dice Romanos 15:5. Por tanto, Él te dará la gracia para perseverar y el consuelo para seguir con El…rendida a Él en lugar de huir de Él  como Jonás.


¿Has experimentado tiempos de huida como Jonás?









TRADUCCIÓN