¿YO? ¿JONÁS? ¡NO!
Por Elba Ordeix de Reyes
Al leer la Biblia me
encanta verme identificada con personajes como David, Moisés, Ana, Rut,
personas que libraron batallas diarias, a veces terribles, pero que su fe los
sostuvo y su caminar con Dios fue hermoso.
Lo más difícil de
todo es poder identificarme con un profeta como Jonás, que se negó a hacer la
voluntad de Dios abiertamente y que fue desobediente. Si no estás familiarizada
con la historia de este profeta, te comento que él fue enviado por Dios a
predicar a Nínive, la ciudad más malvada y pecadora, porque Dios quería darles
oportunidad de que se arrepintieran. Pero Jonás se negó a hacerlo y en cambio
huyó a Tarsis otra ciudad, ”lejos de la presencia de Dios.“ (Jonás 1:3)
Tengo que confesar
que en mi vida he tenido mis crisis al estilo Jonás. Ha sido duro reconocerlo
para mí misma y sobre todo ante Dios. A veces me he visto ante una situación
muy difícil que Dios ha orquestado para mí; ante circunstancias que El decide
no cambiar por largo tiempo a pesar de mi oración; ante eventos que no puedo
controlar y me hacen sentir impotente sin querer simplemente descansar en Su
Poder y Su Soberanía. En otras, me he
desesperado y me he cansado de esperar y he actuado como Jonás.
Me he visto luchar,
quejarme… tratar de manipular a Dios y al final de esta terrible experiencia,
venir rendida a Sus Pies…quebrantada; entendiendo que Él sabe lo que es mejor
para mí y el tiempo en que me conviene; quedando convencida de lo que nos dice
Jeremías 29:11: “Porque Yo sé los planes que tengo para vosotros, declara el
Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una
esperanza”.
¿QUÉ HE APRENDIDO DE MIS CRISIS COMO JONÁS?
-Primero, que Dios
tiene un perfecto cuidado de cada uno de Sus hijos; Él es nuestro Dios y nuestro
Hacedor y nosotros el pueblo de Su Prado y las ovejas de Su Mano, como nos
enseña el salmista en Salmo 95:6-7.
-Segundo, El conoce
nuestras almas y busca cómo hacer que ellas tengan mayor intimidad con El. Por
eso hay tiempos de desiertos y sequedades.
Si hay situaciones
difíciles en tu vida, dolor o pruebas; no huyas como Jonás de la Presencia de
Dios. Abraza aquello que Dios trae a tu vida y recuerda que Él es el Dios de la
paciencia y del consuelo como nos dice Romanos 15:5. Por tanto, Él te dará la gracia
para perseverar y el consuelo para seguir con El…rendida a Él en lugar de huir
de Él como Jonás.
¿Has experimentado tiempos de huida como Jonás?