"...Él salió corriendo..." (Génesis 39:12 DHH)
Observemos cómo
algunos de los grandes hombres de Dios de la Biblia trataron con el ataque de Satanás,
a fin de que sus experiencias te ayuden cuando tú te veas atacado. José salió
corriendo. "...José era de hermoso semblante y bella presencia... y la
mujer de su amo puso sus ojos en José, y le dijo: Duerme conmigo. Pero él no
quiso, y dijo a la mujer de su amo: … ¿Cómo, pues, haría yo este gran mal, y
pecaría contra Dios? Hablaba ella a José
cada día, pero él no la escuchaba...
Pero aconteció un día, cuando entró él en casa a hacer su oficio, que no
había nadie de los de casa allí. Entonces ella lo asió por la ropa, diciendo:
Duerme conmigo. Pero él, dejando su ropa en las manos de ella, huyó y
salió" (Génesis 39:6-12).
Fijémonos en la escena del ataque: José era joven,
soltero, estaba lejos de casa y se sentía solo. Y la mujer de Potifar
intentaba seducirlo "cada día". Ceder ante los deseos de ella podría
haberle ayudado en su carrera, pero José tenía otros valores muy distintos. Su
carácter era más importante que su carrera. La aprobación de Dios pesaba más
que el favor de su amo. Después de su aventura amorosa con Betsabé, David
escribió: "Me negaré a mirar cualquier cosa vil o vulgar..." (Salmo
101:3). Ya se trate de una relación real o una fantasía online, ¡aparta tu
mirada de eso! La lujuria es como un tigre: una vez que lo dejas salir de la
jaula merodeará en tu mente y se apoderará de tus pensamientos. Lo que no va a
hacer fácilmente es volver a la jaula. Entonces, si hasta ahora no has mirado
nada malo, ¡no lo hagas! Y si lo has hecho, ora para deshacerte de ello y
obtener victoria.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")