"... Tu mano
pusiste sobre mí" (Salmo 139:5 LBBA)
Escribió David: "...En tu libro estaban escritas
todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar ni una de
ellas" (Salmo 139:16). Dios te puso en esta tierra con un propósito,
aunque eso no te garantiza que los demás lo vayan a entender o que estén de
acuerdo con él. Los detractores de Nehemías pensaron que su actuación respondía
a un espíritu orgulloso que buscaba que los profetas hablaran bien de él y
enriquecerse en el proceso. Los críticos de Pablo Io tildaron de loco,
insensato y charlatán. Los adversarios de Jesús dijeron que estaba controlado
por el diablo. Prepárate para ser
atacado, pero no dejes que eso te impida avanzar.
La periodista Anna Quindlen, ganadora del Premio Pulitzer
en 1992, tenía un ideal en su corazón que la encaminó a algo que los demás no
podían entender. En un discurso de graduación en la universidad Sarah Lawrence,
Quindlen habló a los estudiantes: 'Cuando dejé el periódico New York Times para
dedicarme a mis hijos, las voces del mundo me dijeron que estaba loca. Cuando
volví a salir del periódico para escribir novelas, me volvieron a decir que no
sabía lo que hacía. Pero si el éxito no es en tus términos, si se presenta
atractivo a los ojos de la opinión pública pero no lo sientes así en tu alma,
entonces no es éxito'. Dijo David: "...Tu mano pusiste sobre mí" (Salmo 139:5 LBLA).
Cuando un ideal procede de Dios, a mucha gente le
parecerá algo extravagante, y tendrás que enfrentarte a los pesimistas para
lograrlo. Si alguien trata de silenciar tus esperanzas o negarte el progreso
necesario para proseguir tus ideales, tal vez no sea un buen amigo.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")