"...Nuestra
lucha... es contra... huestes espirituales de maldad..." (Efesios 6:12 LBLA)
Cuando el primer avión se chocó con las Torres Gemelas de
Nueva York en septiembre de 2001, todos pensamos que se trataba de un
accidente; cuando el segundo avión se chocó, nos dimos cuenta de que Nueva York
estaba siendo atacada. El Dr. Robert Jeffres comenta: "Es vital saber cuál
es el origen del problema... un accidente causado por un problema de navegación
requiere una respuesta; un atentado, demanda una estrategia totalmente
diferente. A diario nuestro mundo se ve invadido por cosas que consideramos acontecimientos
fortuitos. Las parejas se divorcian, entonces creamos la consejería
matrimonial; aumenta el consumo de drogas, entonces educamos a nuestros hijos a
que se nieguen a probarlas; aumenta el uso de la pornografía entre los
cristianos, entonces organizamos grupos de apoyo; las iglesias se dividen,
entonces empleamos mediadores para que ayuden con la resolución de conflictos;
los cristianos se debaten con depresión y pensamientos suicidas, entonces les
damos los medicamentos más avanzados.” Aunque me parecen muy bien todos esos
programas, me pregunto si en realidad el origen de todos esos acontecimientos
en apariencia fortuitos no es algo más serio y estamos sufriendo un ataque del
maligno. Si así fuera, ¿cambiaríamos entonces nuestra estrategia para combatirlos?
Descubrimos en la Biblia
que hay un mundo invisible que nos ha declarado la guerra. Escribe Pablo: "...Nuestra lucha... no es contra
carne y sangre, sino contra... huestes espirituales de maldad..." (Efesios
6:12 LBLA). No puedes simplemente cruzarte de brazos y decir: 'A mí eso no me
incumbe'. Estás en medio de esta guerra espiritual... el enemigo quiere
destruir todo lo que te importa, incluso a las personas que amas. Aquellos que
piensen que esta afirmación es demasiado extremista, sufrirán las
consecuencias". Según Martin Lloyd Jones: "No darse cuenta de que
eres parte de un conflicto bélico significa que estás tan derrotado que ni
siquiera te das cuenta. Nos encontramos en una guerra real, hay cosas muy
importantes en juego, el enemigo es muy astuto y competente, está armado y
tiene gran determinación; y la posibilidad de perder esta guerra... es muy
real. Debes ser consciente de lo que está ocurriendo y estar dispuesto a
luchar".
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")