"Bástate mi gracia;
porque mi poder se perfecciona en la debilidad." 2 Corintios 12:9
Nuestra debilidad debe ser valorada en la medida que abre
paso a la fortaleza divina. No podríamos haber conocido nunca el poder de la
gracia si no hubiéramos experimentado la debilidad de la naturaleza. Bendito
sea el Señor por el aguijón en la carne y el mensajero de Satanás, ya que nos
encaminan a la fortaleza de Dios.
Esta es una preciosa palabra que brota del propio labio
del Señor. Ha llevado a este escritor a reír de gozo. ¡La gracia de Dios es
suficiente para mí! Estoy seguro que es así. ¿Acaso no basta el cielo para el
pájaro, y no basta el océano para el pez? El
Todosuficiente es suficiente para mi mayor necesidad. Aquel que es
suficiente para la tierra y el cielo, es en verdad capaz de satisfacer el caso
de un pobre gusano como yo.
Apoyémonos, entonces, en nuestro Dios y en Su gracia. Si
no quitara nuestro dolor nos daría la capacidad de aguantarlo. Su fortaleza
será derramada sobre nosotros hasta que el gusano remonte las montañas; y quien
es un don nadie saldrá victorioso sobre todos los encumbrados y poderosos; pues
aun si fuésemos mil veces más fuertes de lo que somos, eso sería igual a nada
delante del enemigo; y aunque pudiésemos ser más débiles de lo que somos, lo
cual sería muy difícil, podríamos hacerlo todo por medio de Cristo.
CHARLES SPURGEON - (Devocional "MEDITACIÓN DE HOY")