"Quien dijo: Así ha
dicho Jehová: Haced en este valle muchos estanques. Porque Jehová ha dicho así: No veréis viento, ni veréis lluvia; pero este valle será lleno de agua, y beberéis vosotros, y vuestras bestias y vuestros ganados."
2 Reyes 3:
16-17
Tres ejércitos estaban pereciendo de sed, y el Señor
intervino. Aunque no envió ni nube ni lluvia, sin embargo, les suministró una
abundancia de agua. Él no depende de métodos ordinarios, sino que puede
sorprender a Su pueblo con cosas novedosas de sabiduría y poder. De esta manera
somos conducidos a ver más de Dios de lo que los procesos ordinarios habrían
podido revelarnos. Aunque el Señor no se nos aparezca de la manera que
esperamos, o deseamos, o suponemos, sin, embargo, de una manera o de otra Él nos
proveerá. Es una gran bendición para nosotros que seamos alzados por encima de
la búsqueda de causas secundarias, de tal forma que podamos contemplar el
rostro de la grandiosa Causa Primera.
¿Contamos en este día con la gracia suficiente para cavar
cauces por los que pueda fluir la bendición divina? ¡Ay!, a menudo fallamos en
la demostración de fe verdadera y práctica. En este día debemos estar en
guardia buscando respuestas a la oración. Como la niña que asistió a una
reunión de oración pidiendo lluvia y llevó un paraguas consigo, así nosotros
hemos de esperar verdadera y prácticamente que el Señor nos bendiga. Llenemos
el valle de estanques y esperemos verlos todos llenos.
CHARLES SPURGEON - (Devocional "MEDITACIÓN DE HOY")