miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL CRISTIANO Y LA MÚSICA SECULAR 13 noviembre

EL CRISTIANO Y LA MÚSICA SECULAR


Por Pastor Miguel Núñez






Muchos son los cristianos que hoy en día se preguntan si es apropiado que un cristiano escuche o baile música secular. En relación a esto queremos decir que ningún ritmo de música, en sí mismo, puede ser considerado pecaminoso; la música o el ritmo musical no es un ente moral para ser pecaminoso. Sin embargo, no hay duda de que hay ciertos ritmos musicales que han sido usados de una manera inmoral, y ciertos ritmos que han sido bailados de una forma altamente pecaminosa. Si bien ese mismo ritmo en algunos casos pudiera inducir incluso a movimientos sensuales, es lo que está dentro del hombre que lo provoca a comportarse de esa manera.

Creemos que aunque no hay ningún versículo bíblico que categóricamente prohíba el que alguien pudiera bailar una música secular, hay una serie de principios bíblicos a meditar antes de decidir escuchar o bailar música secular. Las siguientes preguntas nos pueden ayudar:

1. ¿Son las líricas de esta canción ofensivas a Dios? Hoy en día, es poco frecuente que las canciones compuestas en el mundo secular sean de agrado a Dios.

2. ¿Cuál es el lugar dónde esta música está siendo tocada, o dónde quiero bailarla? ¿Es este un lugar al que Jesús asistiría? ¿Él me aprobaría si yo le pidiera permiso para estar ahí?

3. Este ritmo de música que quiero bailar; ¿está asociado al pecado en la cultura en que vivo? Y si es así, esto se prestaría para una mala interpretación de parte de aquellos que me observan o un real mal testimonio. ¿Pudiera yo servir de piedra de tropiezo?

4. Con relación a las personas que están bailando a mi alrededor en ese lugar, ¿lo están haciendo de una manera honrosa o están ellas bailando de una manera deshonrosa?

5. Finalmente; ¿la manera en que decido bailar es una manera respetuosa, o pudiera incitar a la sensualidad en el otro? Ya sea con quien bailo, o las personas que me están viendo. ¿Pudiera yo mismo ser incitado a la sensualidad durante el baile?

Como puede usted ver, no es tan sencillo responder estos temas con un sí o con un no. Lamentablemente el mundo secular ha compuesto casi en su totalidad no para el reino de los cielos sino para el reino de las tinieblas, y esas composiciones seculares de hoy en día, en su gran mayoría, están compuestas de líricas inmorales o de doble sentido, y acompañadas con ritmos que son bailados de una forma altamente ofensiva.


LOS ESTILOS DE MÚSICA CRISTIANA. En cuanto al estilo de música cristiana, ha habido mucho debate en los últimos años acerca de cuál es el estilo de adoración más adecuado para adorar Dios. ¿Es el tradicional o es el contemporáneo?

Cuando la mujer samaritana se acercó a Cristo y le preguntó cuál era el lugar correcto para adorar a Dios, si era Jerusalén o si era Samaria, la respuesta de Cristo fue que ni en Jerusalén ni en Samaria, y que vendría el tiempo cuando los verdaderos adoradores adorarían a Dios en Espíritu y en Verdad. Yo creo que podemos dar una respuesta similar en este caso. Si hacemos la pregunta de cuál es el estilo musical de adoración que Dios prefiere, el tradicional o el contemporáneo; yo creo que Dios diría que llegaría la hora en que los verdaderos adoradores le adorarían en Espíritu y en Verdad, y que el estilo musical sería algo secundario, siempre y cuando la música usada nos permita guardar la reverencia a nuestro Dios. La reverencia no es guardada necesariamente cuando hacemos uso del piano o del órgano necesariamente. De ser así los salmos que invitan a alabar a Dios con todo tipo de instrumentos serían irreverentes (Ver Salmos 148-150).

Habiendo dicho esto, sin embargo, queremos hacer algunas aclaraciones. Hay ciertos ritmos musicales en una cultura dada que tienen una connotación de sensualidad y de pecado, y esos ritmos creemos firmemente que debieran ser evitados en esa cultura. Por otro lado, creemos que lo que ofrecemos a Dios debe tener algo de extraordinario, como Él es. Dios siempre ha querido separar lo ordinario del mundo de lo extraordinario de su persona. Y cuando nosotros ofrecemos un tipo de música a Dios que no tiene gran diferencia con lo que es pecaminoso en la cultura en que nos desenvolvemos, entonces estamos contribuyendo a no ver a Dios de una manera especial.

También creemos que el pueblo de Dios debiera orar y pedirle a Dios que le inspire a producir una música que a Él le honre. Recordamos cómo Dios llenó de su Espíritu a los artífices que construyeron el tabernáculo para hacer todo tipo de diseños y de bordados; y sin embargo, lo que la iglesia de hoy tiende a hacer continuamente es ver lo que el mundo está haciendo y copiar sus ejemplos. No creemos en lo más mínimo que la iglesia deba tratar de producir una versión cristiana de todo aquello que el mundo produce. Al contrario, creemos que la iglesia debería estar produciendo algo genuino que sea diferente a lo que el mundo compone y que debiera corresponder a la llenura de Su Espíritu.









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