“Dios lo dejó [al rey
Ezequías], para probarle, para hacer conocer todo lo que estaba en su corazón.”
2 Crónicas 32:31
Dios no necesitaba probar a Ezequías para saber lo que
había en su corazón. Dios ya lo sabía por su omnisciencia. Pero Él nos prueba
para que podamos averiguarlo. Nos ayuda a hacer un recuento espiritual acerca
de nosotros mismos al traer pruebas a nuestra vida a fin de demostrar la
fortaleza o la debilidad de nuestra fe.
Si en la actualidad está
pasando por una prueba y se enoja con Dios preguntándose por qué le sucede eso,
esa es una buena señal de que tiene una fe débil. Si, por otra parte, está descansando y regocijándose en
el Señor, habiendo puesto la prueba en sus manos, entonces tiene una fe fuerte.
JOHN MACARTHUR
- (Devocional "LA
VERDAD PARA HOY")