miércoles, 9 de octubre de 2013

La Chequera 9 octubre




"Y el sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, que está en el tabernáculo de reunión delante de Jehová."  Levítico 4:7


El altar del incienso es el lugar donde los santos presentan sus oraciones y alabanzas; y es muy agradable pensar que ha sido rociado con la sangre del grandioso sacrificio. Esto es lo que hace aceptable delante de Jehová toda nuestra adoración: Él ve la sangre de Su propio Hijo, y por eso acepta nuestro homenaje.

Es bueno que fijemos nuestros ojos en la sangre del único sacrificio por el pecado. El pecado se mezcla incluso con nuestras cosas santas, y nuestro mejor arrepentimiento, y fe, y oración y acción de gracias no podrían ser recibidos por Dios si no fuera por el mérito del sacrificio expiatorio. Muchos miran con desprecio "la sangre"; pero para nosotros es el fundamento del consuelo y de la esperanza. Eso que está sobre los cuernos del altar tiene el propósito de estar de manera prominente delante de nuestros ojos cuando nos acercamos a Dios. La sangre da fortaleza a la oración, y por esto está sobre los cuernos del altar. Está "delante de Jehová", y por eso debe estar delante de nosotros. Está sobre el altar antes de que traigamos el incienso; está allí para santificar nuestras ofrendas y dones.

Vamos, oremos con confianza, puesto que la víctima ha sido ofrecida, el mérito ha sido argumentado, la sangre está detrás del velo, y las oraciones de los creyentes deben ser de olor agradable al Señor.


CHARLES SPURGEON - (Devocional "MEDITACIÓN DE HOY")






TRADUCCIÓN