“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien.” Génesis 50:20
Por muy difícil que sea aceptarlo o muchas veces incluso
reconocerlo, a veces Dios permite que lo malo resulte en el bien de los
creyentes. Muchas de las cosas que usted hace o que le suceden a usted son
malas o, en el mejor de los casos, inútiles. Pero el Señor en su infinita
sabiduría y su poder puede convertir y convierte lo peor de tales cosas en algo
para el bien de usted.
La famosa historia de
Daniel en el foso de los leones es una excelente ilustración de cómo el mal
puede convertirse en bien. Cuando Daniel no dejó
de adorar al Dios verdadero para adorar al rey Darío, este ordenó que lo
echaran en el foso de los leones. Cuando los leones no le hicieron daño alguno,
Daniel le dijo a Darío: “Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el
cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él
fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo”
(Dn. 6:21-22). Daniel fue tal testimonio para el rey de cómo Dios pudo usar el
mal para bien que con gozo puso en libertad a Daniel y alabó al Señor.
JOHN MACARTHUR
- (Devocional Diario "LA
VERDAD PARA HOY")


