"PERO NO ANDUVIERON LOS HIJOS POR LOS CAMINOS DE SU PADRE..." (1 Sam 8:3)
Todo padre se ha
desesperado alguna vez comprobando las decisiones y el comportamiento de sus
hijos. 'Hice todo lo que pude para educarlos bien; ¿dónde me equivoqué como
padre/madre?' El fracaso es parte de la vida -y de la educación de los hijos-;
nadie los educa a la perfección. Los padres acarrean mucha más culpabilidad de
la que merecen. Considera algunos ejemplos bíblicos de padres: Isaac tuvo un
índice de fracaso de al menos un 50 por ciento con sus hijos Esaú y Jacob.
Aarón perdió a sus hijos Nadab y Abiú, al desobedecer éstos sus instrucciones.
El hijo de Manoa, Sansón, no ganó precisamente el premio al mejor hijo... Y
Samuel, un profeta de gran estatura espiritual, vio cómo sus descendientes
rechazaban su ejemplo y sus enseñanzas y se embarcaban en vidas de soborno y
vergüenza. Desde Adán, muchos hijos "han seguido su propio camino" y
causado gran dolor a sus padres. Entonces, ¿qué puede hacer un padre?
1) Entiende que no eres responsable de las decisiones de
tus hijos;
ellos eligen libremente. Al condenarte, te desanimas y eso coarta tu capacidad
de ser el padre o la madre que ellos necesitan. Dice la Biblia: " ¡La
salvación viene del Señor!" (Jonás 2:9). Él es, pues, quien salva y libera
-no tú-.
2) Ora por ellos y entrégaselos a Dios. La ansiedad y la
frustración harán de ti un padre desagradable y te impedirán disfrutar de tus
hijos. No estás hecho para llevar una carga tan pesada; tu Padre Celestial
quiere llevarla en tu lugar, así que entrégasela (1 Pedro 5:7).
3) Recuerda que Dios los ama más que tú. Él dio a Su Único
hijo para salvar a los tuyos. Él conoce sus corazones y sabe cómo alcanzarlos
para que se vuelvan a Él. Por eso, ¡entrégale a tus hijos!
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén
no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en
la Tierra..." (Isaías 62:1,7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional Diario "LA PALABRA
PARA HOY")