“Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.” (Santiago 2:17)
Si usted se ha apartado de sus pecados y ha tomado el
camino de justicia de Dios, llevará una vida transformada. El tema de Primera
Juan es que la persona verdaderamente redimida mostrará una vida verdaderamente
transformada.
“El que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor
de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice
que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Jn. 2:5-6).
Quienes enseñan que el arrepentimiento y la vida
penitente no son parte necesaria del evangelio no están presentando el
evangelio que predicó Jesús. Tal evangelio de presunción y de justicia propia
es del mundo, no de Dios.
JOHN MACARTHUR
- (Devocional Diario "LA
VERDAD PARA HOY")