“Así que, si el Hijo los liberta, serán
verdaderamente libres. Yo sé que ustedes son descendientes de Abrahán; pero
intentan matarme porque mi palabra no halla cabida en ustedes.” Juan 8:36
Durante el
último mes he tenido la oportunidad de compartir la historia de salvación con
hermanos en Canadá, Texas, California, Pennsylvania y varios otros lugares.
En cada uno de
esos lugares me he encontrado con personas, tanto republicanos como demócratas,
canadienses o norteamericanos, que tienen una cosa en común: todos están
cansados de las agendas de los políticos.
Razón por la
cual es bueno que, quienes vivimos en este país libre que Dios nos ha dado,
recibamos un recordatorio de ser agradecidos a Dios.
En este caso,
el recordatorio nos viene de Afganistán con la historia de Parwez Kambakhsh.
Parwez es un estudiante universitario y reportero de tiempo parcial en un
periódico, que compartió un artículo de la Internet acerca de los derechos de
la mujer en el Islam.
Por hacer eso,
Parwez fue arrestado y encarcelado sin ser acusado y sin tener acceso a un
abogado. Eventualmente le hicieron un juicio secreto, lo condenaron por
blasfemia y lo sentenciaron a muerte.
¿Cuál fue la
reacción a su condena a la pena de muerte? A los periodistas que defendían a
Parwez les dijeron que, si lo seguían defendiendo, les iba a pasar lo mismo que
a él. Se hicieron manifestaciones de apoyo a la decisión de la corte y clérigos
prominentes dijeron que Parwez merecía ser ejecutado por haber violado las
enseñanzas del Islam.
No es que yo
siempre esté de acuerdo ni contento con la forma en que se hacen las cosas en
mi país... y por cierto no me gusta la forma despectiva en que muchos tratan al
Señor...
... pero hoy
doy gracias por este país. Y cuando llegue el momento de votar, voy a votar por
la persona que creo va a ser el mejor líder para nuestra nación.
... en el
futuro trataré de recordar y alegrarme porque vivo en una tierra en la que
puedo adorar al Salvador quien, a través de su sufrimiento, muerte y
resurrección, me ha liberado de la Ley.
Si como yo
usted está cansado de los políticos, aquí va una sugerencia: cada vez que vea o
escuche a uno, déle gracias a Dios por todo lo que nos ha dado y pídale que
bendiga a ese político.
ORACIÓN. Señor Jesús, perdóname por estar
siempre quejándome por las cosas malas, y por no darte gracias por todas las
cosas buenas. Ayúdame a ser un ciudadano fiel, y bendice nuestro país con
líderes que reconozcan que todo lo bueno procede de ti. Amén.
CRISTO PARA TODAS LAS N. - (DEV. “ALIMENTO DIARIO”)