“Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a
quien el Señor dijo en visión: —Ananías. Él respondió: —Heme aquí, Señor. El
Señor le dijo: —Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa
de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso, porque él ora, y ha visto en visión a
un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre
la vista.” Hechos 9:10-12 (Lea Hechos 9:1-19)
Pablo ha sido
convertido. Ahora es un cristiano. ¿Y qué es lo primero que experimentó como
cristiano? La vida del cuerpo de Cristo. Eso es maravilloso, ¿no es así? Dos
cristianos desconocidos le son mandados. Se encuentra con ellos e
inmediatamente es ayudado por el fortalecimiento que puede venir del cuerpo, de
otros cristianos. Primero hay un hombre llamado Judas. Eso es todo lo que
sabemos sobre él. Saulo es llevado a su casa, a quien nunca ha conocido antes. Mientras está ahí, un hombre llamado
Ananías le es mandado para ministrarle.
¿No hay una ironía
alegre y poética sobre esto, que el Espíritu Santo ha elegido dos nombres que
son nombres manchados en otros sitios del Nuevo Testamento, Judas y Ananías?
Estos nombres pertenecen a otras dos personas: Judas, el traidor de nuestro
Señor; y Ananías, el primer cristiano que manifestó el engaño y la hipocresía
de una vida irreal. Sin embargo, aquí hay dos personas, que llevan los mismos
nombres, que son honrados y utilizados por Dios. Es sólo un pequeño detalle,
pero es típico del Espíritu Santo el utilizar nombres de esta manera.
Estos hombres vienen y
le ministran a Pablo. Ananías era reacio a venir, como podemos entender. Saulo
había estado listo para arrastrar a la gente a prisión y ponerlos a muerte
porque eran cristianos, y por lo tanto es de entender que esté reacio. Pero el
Señor le calma, diciéndole que vaya porque Saulo está orando.
Esa es la primera marca
de un cristiano: comienza a orar.
Reconoce que Dios reina y que hay una relación entre el hombre y Dios, así que
comienza a orar. Dios le dice a Ananías: “No necesitas tener miedo de un
hombre que ora. Ve a él, porque él está orando”. Por lo tanto, Saulo de Tarso
comenzó a experimentar el júbilo de la vida del cuerpo por medio de estos otros
cristianos ministrándole.
ORACIÓN. Padre, gracias por esta asombrosa historia de Saulo de Tarso. Gracias por el impacto que su vida ha tenido sobre el mundo como resultado de este encuentro contigo en el camino a Damasco. Gracias por la maravillosa imagen de uno como Pablo siendo incluido en el cuerpo de Cristo. Enséñame a incluir a otros con el mismo espíritu de amor.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. ¿Tendemos a pensar de los incrédulos como parias, enemigos, adversarios? ¿Hemos olvidado nuestro propio estado si no por la gracia de Dios? ¿Estamos disponibles para ser los instrumentos de gracia para quien sea a quien Dios nos guíe?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")
ORACIÓN. Padre, gracias por esta asombrosa historia de Saulo de Tarso. Gracias por el impacto que su vida ha tenido sobre el mundo como resultado de este encuentro contigo en el camino a Damasco. Gracias por la maravillosa imagen de uno como Pablo siendo incluido en el cuerpo de Cristo. Enséñame a incluir a otros con el mismo espíritu de amor.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. ¿Tendemos a pensar de los incrédulos como parias, enemigos, adversarios? ¿Hemos olvidado nuestro propio estado si no por la gracia de Dios? ¿Estamos disponibles para ser los instrumentos de gracia para quien sea a quien Dios nos guíe?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")