sábado, 25 de febrero de 2017

Un método de liberación probado 25 febrero






“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”  1ª Pedro 1:3-4  (Leer 1ª Pedro 1:5-7) 


De los pasos que los “Alcohólicos Anónimos” han bosquejado luego de largas y fecundas pruebas:

(1) Admitimos que éramos impotentes para vencer al alcohol, que nuestras vidas estaban fuera de nuestro control.

(2) Llegamos a creer que un Poder mayor que nosotros podría volvernos a la salud.

(3) Hicimos la decisión de entregar nuestras vidas y voluntades al cuidado de Dios, tal y como comprendíamos a Dios.

(4) Hicimos un preciso e intrépido inventario moral de nosotros mismos.

(5) Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otra persona la naturaleza exacta de nuestro mal.

(6) Estuvimos enteramente dispuestos a permitir que Dios eliminara todos los defectos de nuestro carácter.

(7) Le pedimos humildemente que quitase nuestras deficiencias.

(8) Hicimos una lista de las personas a quienes habíamos perjudicado y estuvimos dispuestos a indemnizar a todas ellas.

(9) Resarcimos de los prejuicios causados directamente a las personas perjudicadas cuando tal cosa fue posible, excepto en los casos en que hacerlo las hubiera perjudicado a ellas mismas o a terceros.

(10) Continuamos tomando un inventario personal y cuando nos desviábamos estábamos listos a reconocerlo.

(11) Por medio de la oración y la meditación buscamos intensificar nuestro contacto, consciente con Dios tal y como lo comprendíamos, pidiendo sólo el conocimiento de su voluntad para nosotros y el poder para cumplirla.

(12) Habiendo tenido una experiencia espiritual como consecuencia de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios.

Dice el Dr. Carlos Mayo: “Es posible arreglárselas con una pierna de madera, pero no es posible vivir con una cabeza de madera. Es el cerebro lo que cuenta, pero para que el cerebro pueda mantenerse límpido es necesario mantener limpio y sano el cuerpo. Tal cosa no puede hacerse si se bebe alcohol.” Tomás A. Edison añade: “Soy un abstinente total de bebidas alcohólicas. Tengo algo mejor en qué usar mi cerebro.”

Yo no pienso
Que deba beber,
Porque cuando bebo
No pienso.


ORACIÓN. Oh Dios, me entrego, alma y cuerpo, por el tiempo y la eternidad; me entrego a la libertad de todo hábito y deseo que me pueda esclavizar. Y ahora, ayúdame a tender la mano para auxiliar a alguien que esté necesitado y en lucha. Amén.


AFIRMACIÓN PARA EL DÍA: "He aquietado y acallado mi alma…; mi alma es como niño destetado" (Salmo 131:2).




E. STANLEY JONES - (DEVOCIONAL DIARIO “EL CAMINO”)










TRADUCCIÓN