EL MEDIADOR
¡Oh Dios de Abraham, Isaac y Jacob!
Esperamos en Tu
Palabra. En ella Te vemos a Ti, no sobre un tribunal terrible de Juicio, sino
sobre un trono de gracia a la espera para ser Gracioso y exaltado en
misericordia.
Te escuchamos a
Ti diciendo, no, “Apartaos de mí, malditos,” sino “Mirad a mí y sed salvos,
Porque yo soy Dios y no hay otro fuera de Mí”. Aquellos que conocen Tu nombre
ponen su confianza en Ti.
¿Cuántos de estos ahora están glorificados en el
cielo, y cuántos de los que viven sobre la tierra son testigos tuyos? ¡Oh Dios! que
ilustras el rescate de las ruinas de la caída a Tu gracia libre, rica y eficaz.
Todos los que un día fueron salvos, fueron salvos por Ti y exclamarán en la
eternidad: “No a nosotros, sino a Tu nombre de gloria, por Tu misericordia, y
verdad”.
Escogiste
trasmitir todos Tus consejos a nosotros través de un Mediador, en quien habita
toda la plenitud y que es exaltado como gobernante y salvador. A Él miramos, de
Él dependemos, a través de Él somos justificados.
Que podamos
obtener alivio a través de Sus sufrimientos sin dejar de aborrecer el pecado o
dejar de buscar la santidad; sentir la doble eficacia de Su sangre pacificando
y limpiando nuestras conciencias; nos
deleitamos en servirlo tanto como nos deleitamos en Su sacrificio; seremos
limitados por Su amor a no vivir para nosotros mismos, sino para Él; cultivar
una grandiosa y alegre disposición, sin murmurar o entristeciéndonos nosotros si
nuestros deseos no son satisfechos, o si con las alegrías también experimentamos
pruebas.
ARTHUR BENNETT - (Dev. "EL VALLE DE LA
VISIÓN")