TIERRA Y CIELO
¡Oh Jehová!
Vivo aquí como
pez en un vaso de agua, con lo justo apenas para continuar vivo, más en el
cielo yo nadaré en el océano. Aquí, tengo en mí solo el escaso aire que me
mantiene respirando, más habrá vendavales dulces y refrescantes; Aquí, tengo un
rayo de sol para iluminar mi oscuridad, un haz tibio que me impide congelar;
allá viviré en luz y fervor para siempre.
Mis deseos naturales
están corruptos y desviados y Tu misericordia es para destruirlos; Mis anhelos espirituales fueron plantados
por Ti y Tú los regarás y los harás crecer; Aviva mi hambre y mi sed por el
reino de lo alto. Aquí, yo puedo tener el mundo, allá, en Cristo, Señor, Te
tendré a Ti; Aquí, la vida es de ansiedad y oración, allá es seguridad sin
sospecha, súplica sin negativa; Aquí los consuelos son groseros, son más cargas
que favores, allá está la alegría sin amargura, consuelo sin sufrimiento, el
amor sin la inconstancia, el descanso sin la fatiga.
Hazme saber que
el cielo es todo amor, es donde el ojo sensibiliza el corazón, y la continua
contemplación de Tu belleza, mantiene el alma en permanente éxtasis deleitoso. Hazme saber que el cielo es todo paz, donde
el error, el orgullo, la rebeldía y la pasión no yergue la cabeza. Hazme
saber que el cielo es toda alegría, es el fin de la fe, del ayuno, la oración,
llanto, humillación, la vigilia, el miedo, el descontento; ¡Y llévame luego
para allá!
ARTHUR BENNETT - (Dev. "EL VALLE DE LA
VISIÓN")